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Una pregunta de Navidad



Quizás nunca se lo preguntaron, pero… ¿Qué significa la navidad en nuestras vidas? Probablemente no existan respuestas incorrectas, la navidad puede ser un todo o la nada misma. Algunos elijen verla como un momento de reunión y júbilo, mientras que otros más escépticos al romanticismo la observan a la distancia como una simple festividad del calendario.


Nosotros la encontramos de un modo diferente, al menos desde lo simbólico. Todos podemos coincidir en que armar el arbolito es sinónimo de fin de ciclo, desde el momento en que colocamos la estrella comenzamos a recordar todo aquello que hicimos desde la última vez que lo habíamos armado y sin estar del todo conscientes caemos en cuenta de que en el medio se pasó otro año.


La vida está hecha de momentos y un año es una conjunción de ellos, la navidad es el crossover de todos esos recuerdos latentes.


La llegada de un nuevo integrante a la familia, la celebración de un logro académico, el reencuentro con nuestros seres queridos, la obtención del campeonato del club de nuestros amores, las reuniones de amigos, algunas películas, algunos fiascos, caricias, duelos y tristezas, alegrías y sorpresas, son sólo algunos de tantos instantes que pueden cambiar nuestro año, que pueden hacer la diferencia.


En la navidad no sólo nos reunimos con todos aquellos que nos hacen bien, también nos reunimos internamente con todos aquellos recuerdos que nos marcaron y que año tras año nos hacen quienes somos.


¿Cómo puede ser que levantemos tan alto la bandera de la navidad? Quizás no llegaste a notarlo, pero muchos de los momentos a los que hacemos referencia y probablemente muchos de los que no lo hicimos los hayas transitado en el rinconcito de tu hogar donde las reuniones toman mayor relevancia y donde el viernes esperamos que estén reunidos en la antesala de esta navidad.


Compartí tu living con quienes compartan su cariño, compartí tu sofá con quienes quieras tener más cerca, bajá las piernas y compartí ese puff con el que se quedó sin asiento. El sillón del abuelo no podés compartirlo, es de él, pero sí podés reservárselo y compartir anécdotas, de esas que valdrá la pena recordar una y otra vez, por siempre.


Compartir el living (y si es Interliving mejor) es compartir nuestras vidas, no por nada la traducción al español de living es “viviendo”.


Te deseamos una muy #FelizNavidad desde nuestro living al tuyo. Gracias por haber confiado en nosotros o por el mero hecho de considerarnos.


Equipo INTERLIVING.

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